jueves, 28 de mayo de 2009

Historia de los volcanes de La Palma, erupción del volcán Teneguía y San Juán ( Geografía).

El subsuelo de La Palma es el más inquieto de Canarias. A pesar de ello, las erupciones en nuestra isla son poco explosivas y constituyen un espectáculo más que un peligro. Además, dejan tras de sí un paisaje inolvidable.
Los científicos siguen sin ponerse de acuerdo en los orígenes del Archipiélago canario. Hay dos teorías que podrían servir, pero ambas parecen igualmente válidas. Los partidarios de la llamada teoría del “punto caliente” (un solo foco magmático, sobre el que se habría desplazado la corteza) se oponen a los que defienden la “fractura propagante” (según la cual serían el producto de una grieta en la placa del Atlas). Dejando los detalles para los geólogos, lo indiscutible es que nuestras islas y sus paisajes tienen un origen volcánico.
El cráter de Hoyo Negro (erupción del San Juan), visto desde el municipio de Villa de Mazo. /
La propia Caldera de Taburiente fue considerada en su día como un gigantesco cráter de explosión, hasta que la teoría fue finalmente superada a finales del siglo XIX. Sin embargo, los restos volcánicos más antiguos pueden verse de hecho en su interior. Se trata de lo que los geólogos conocen como “lavas almohadilladas”, producidas por el vulcanismo submarino. También de debajo de las aguas surgió, hace varios millones de años, el monumental cráter que hoy conocemos como Risco de la Concepción, en cuyo fondo se ubica Santa Cruz de La Palma.

Teneguía (1971)El último volcán en surgir sobre suelo español despertó el 26 de octubre. Parte de los materiales expulsados fueron ganados al mar, en un grandioso espectáculo pirotécnico que no tardó en atraer a la isla a miles de visitantes. Se da la circunstancia de que es el único volcán canario con víctimas, ya que una persona falleció por la inhalación de gases tóxicos al acercarse demasiado con la intención de tomar imágenes de la erupción. En general fue sin embargo un fenómeno positivo, ya que las tierras ganadas al mar se convirtieron en una oportuna plataforma sobre la que extender los cultivos de plataneras. Sobre sus lavas se declaró en 1897 un espacio natural protegido, con categoría de Monumento Natural.

San Juan (1949)La noche del 24 de junio apareció el primer cráter sobre la dorsal de Cumbre Vieja, que fue bautizado como el del Duraznero. Unas dos semanas después, en el lugar conocido como Llano del Banco, se abrió una grieta a ras de superficie, de la que salieron dos ríos de lava que alcanzaron la costa occidental. Muchos atribuyeron a un milagro el hecho que las lenguas de fuego evitaran la vecina ermita de San Nicolás, ante la que se bifurcaron como por intervención divina. El 13 de julio, surge la boca de Hoyo Negro, que provocó una lluvia de azufre y cenizas sobre Los Llanos de Aridane.

Martín (1646)El 31 de septiembre se detectó la presencia de humo en lo alto de la Cumbre Vieja. En los sucesivos días expulsó enormes cantidades de cenizas, piedras y cuatro ríos de lava, que vertieron por el lado este de la isla. Al mismo tiempo, en la misma orilla del mar de Fuencaliente se abrieron dos nuevas bocas que ganaron terreno al océano. La actividad cesó el 18 de diciembre, tan repentinamente como había empezado.

Tajuya – Jedey (1585)Conocemos su nacimiento por Leonardo Torriani, un ingeniero italiano al servicio de Felipe II que estaba destinado en la isla para mejorar sus fortificaciones. La erupción comenzó el 19 de mayo y terminó el 10 de agosto. El también conocido como Tihuya fue uno de los más dañinos para la agricultura, ya que nació sobre una zona de cultivos. Para la posteridad dejó los espectaculares Roques de Jedey, conocidos popularmente con el nombre de “Los Campanarios”.

Montaña Quemada (1470-1492) Se considera la última erupción prehistórica de nuestra isla, ya que tiene más de 500 años de antigüedad. Durante años se pensó que las crónicas de Torriani correspondían a esta erupción, pero la teoría ha sido refutada por dataciones posteriores. Sus coladas forman una llamativa media luna, que se distingue mejor desde la cumbre del pico Birigoyo o desde la pista forestal que recorre el borde de la Cumbre Nueva. Su cono, en el borde de la carretera de acceso al Refugio del Pilar, ha sido colonizado por la vegetación autóctona.

El Charco (1712)Cubrió la costa suroccidental de la isla y llegó hasta el mar, sobre una de las mayores propiedades agrícolas de la isla (de la que toma el nombre). La mayor parte de sus coladas forman hoy parte del Paisaje Protegido de Tamanca, aunque buena parte del terreno sepultado fue vuelto a recuperar para su uso como zona de cultivos. Se calcula que llegó a tener unas 14 bocas.

San Antonio (1677)Su boca más conocida es el cráter que hoy se encuentra en las proximidades del Centro de Visitantes, junto el núcleo fuencalentero de Los Canarios. Pero una de las secundarias sepultó la conocida como Fuente Santa, cuyas propiedades curativas eran bien conocidas en los alrededores (a finales de 2005 avanzaban los trabajos para recuperarla). La erupción se inició un 17 de enero (día de San Antonio Abad, que hoy en día es fiesta en el municipio) y duró hasta el 21 de enero del año siguiente.

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